Nuestra estancia en Villa Maruja fue excelente. En primer lugar, queremos destacar la atención del personal; nos han ayudado en todo lo que hemos necesitado, nos han recomendado calas y restaurantes, y nos han hecho sentir como en casa. Son encantadores. Además, el hotel pone a la disposición de los clientes sombrillas, colchonetas, crema de sol y toallas para la playa. En cuanto al desayuno, hay más de una opción, y hay una terraza muy agradable en la que se puede tomar. También hay un espacio común con sofás y juegos de mesa (cartas, ajedrez, parchís...). Desde aquí queremos mandar un saludo al personal tan atento, alegre y familiar que han hecho nuestra estancia en Mallorca tan feliz. Gracias!! VOLVEREMOS...
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